Un alto porcentaje de la población española sobre la base de 50 años experimenta pérdida de memoria. Estas pérdidas incluyen olvidar el nombre de una persona que acaba de conocer, los productos de la lista de la compra, la dificultad para encontrar las llaves o algo que íbamos a hacer en este momento... Estos cambios cognitivos asociados con la edad pueden reflejar un envejecimiento normal (benigno) o un envejecimiento anormal (demencia).
El límite entre el envejecimiento normal y el deterioro cognitivo que puede unirse a la edad está marcado por una entidad nosològica que intenta describir los cambios cognitivos sin llegar a ser una demencia se ha establecido.
Esta debilitación patológica conocida como debilitación cognoscitiva suave (DCL) y implica:
- Presencia de una cuestión subjetiva de la memoria, seguida preferiblemente por un reportero.
- Realización de un desorden de memoria materializado en pruebas cognitivas de lo normal para su edad y educación.
- Conservación del funcionamiento intelectual general.
- Actividades de la vida diaria esencialmente preservadas.
- Ausencia de demencia.
Algunas de las personas diagnosticadas de DCL terminan desarrollando una demencia, otras en estabilitzaran cambian su pérdida y, además, pueden beneficiarse de programas de rehabilitación, monitoreo de diagnóstico y prevención.
Síntomas para vigilar
- Con frecuencia, las distracciones, sin saber el nombre de una persona o de alguien, olvidan las contraseñas y los teléfonos ordinarios, los nombres de las calles, etc.
- No encontrar la palabra con la que llamar a algo.
- Dificultad para memorizar y para el nuevo aprendizaje.
- Dificultad para prestar atención y concentrarse, seguir la trama de una película, reservar...
- Desorientación sitios frecuentes.
Estos síntomas pueden ser indicadores de la necesidad de realizar una evaluación neuropsicológica. Esta evaluación implica un tamizaje cognitivo inicial y posterior exploración de las funciones más elevadas (memoria, atención, funciones ejecutivas, funciones visoespacials y visoconstructives, orientación, control motor y evaluación del estado de ánimo).
Qué hacer si diagnosticamos DCL
- Se aplican intervenciones farmacológicas y rehabilitadoras.
En el primero, a discreción del neurólogo, existen posibles tratamientos farmacológicos para detener la progresión. Con respecto a este último, la Rehabilitación neuropsicológica se centró en las técnicas de formación de la memoria para promover la capacidad mnèsica de las personas mayores sin demencia. Además, estos incluyen programas de entrenamiento de habilidades de afrontamiento y programas de estimulación cognitiva de las funciones ejecutivas, atención y memoria.
- Los controles semestrales tienen lugar o parte del neuropsicòleg anual para observar la posible evolución del déficit.